Lunes de la séptima semana de Pascua
Lectura del santo Evangelio según san Juan 16,29-33
En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios».
Les contestó Jesús:
¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».
San Gregorio VII
Nació hacia el año 1028 y fue proclamado Papa unánimamente por el pueblo. Llevó a cabo, con mucha valentía, un programa de reformas que él mismo impulsó. En 1076 comenzó un duro choque con el emperador Enrique IV que hizo elegir un antipapa. Gregorio VII se refugió en el Castillo de San Angelo de donde lo liberó el Duque Roberto Guiscardo. Después se retiró en destierro voluntario a Salerno y murió al año siguiente, pronunciando la famosa frase: «He amado la justicia y odiado la iniquidad». Su cuerpo fue sepultado en la catedral de Salerno. Fue canonizado en el 1606.