En la noche de la Vigilia de Resurrección, la hermandad rindió homenaje a Ana María Sánchez, recogiendo y levantado el palio de Santa Maria de las Virtudes, quien fue su capataz muchos años, su marido Antonio Gil Reguera
En la noche más grande del año, la hermandad del Resucitado de Villamartín, no olvidó a la que fue tantos años su fiel devota. Doña Ana María Sánchez Orozco era merecedora a título póstumo, del reconocimiento, pero también del entrañable recuerdo, de toda la familia del Resucitado de Villamartín.
En el acto, en el que estuvo presente nuestro Párroco y director espiritual de la hermandad Don Rafael Pinto Vega, la hermandad entregó una placa conmemorativa a título póstumo, a Doña Ana María Sánchez, que entregó su hermano mayor Felipe Cabral, y que recogió su marido Antonio Gil Reguera, quien rememorando sus años al frente del martillo de Santa María de las Virtudes, hizo su particular levantá en honor de su inseparable compañera durante toda su vida.
Pero a las escasas luces de este cronista, el momento mas sobrecogedor del acto , fue cuándo su hijo Rafael, quien acompañara a su Padre en el martillo de Santa María de las Virtudes, pusiera el crespón negro de luto, que la Señora lució impecable en su recuerdo, en todo el transcurrir de la Cofradía, el domingo de Resurrección de Villamartín en el año de 2023.