Jose Gómez Vidal, Joaquín García Neira y Francisco Gil Solano analizaron la evolución del costalero en Villamartín en tres etapas distintas
La casa de hermandad del Prendimiento de Villamartín, siguió con su serie de debates en torno a nuestra semana Santa, en esta ocasión el mundo del costalero protagonizó la jornada del pasado sábado.
Tres capataces y tres etapas. Juan José Gómez Vidal principios de los años noventa, Joaquín García Neira finales de los noventa y Francisco Gil Solano de los dos mil.
Sin duda el relato desde la lejanía en el tiempo y de sus adversisdades, correspondió a Jose Gómez, quien vivió el traspaso se cuadrillas de pago a hermanos costaleros en aquellos años de principios de los noventa. Iniciándose en la herramienta de molía en el palio de Nuestra Señora de los Dolores, incluido curiosos experimentos en las trabajaderas, como así nos lo contó Gómez Vidal el sábado en la casa de hermandad del Prendimiento.
Joaquín García Neira, que sustituyó a Paco Reina en el misterio del Resucitado, allá por finales de los 90, y que después de la pandemia y de la separación del martillo por parte de la hermandad, Joaquín vuelve a coger el martillo del Resucitado, como así confirmó Felipe Cabral Rodríguez, actual hermano mayor de la hermandad del domingo de Resurrección de Villamartín.
Fotos cedidas por José Maria Sánchez García
Joaquín García Neira, sin duda el capataz de moda en 2023 ya que asume, además del Misterio del Resucitado, también la responsabilidad de llevar a Nuestro Padre Jesús Nazareno el próximo jueves santo.
Dos hermandades distintas en su puesta en la calle con dos grandes misterios; la noche mas trágica de la Pasión de Nuestro Señor por una parte, y el domingo mas feliz por otra. Joaquín, que dio un repaso a sus años al frente del Señor Resucitado, trasladó su confianza en la sapiencia adquirida en el oficio, y gracias a eso asume sus responsabilidades esta próxima semana Santa.
Por su parte, el más joven de la terna de capataces, Francisco Gil Solano capataz del Prendimiento y de las Angustias, dio un repaso a su intensa actividad en el ofico, tanto en el martillo como debajo de los pasos.
En conclusión, Villamartín ha evolucionado satisfactoriamente en torno a al trabajo de capataces y cuadrillas en estos años. Evolución que se hace especialmente significativa en nuestra semana Mayor.