Sábado de la decimosexta semana de Tiempo Ordinario
Dejadlos crecer juntos hasta la siega
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 24-30
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente:
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
«Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?»
Él les dijo:
«Un enemigo lo ha hecho.»
Los criados le preguntaron:
«¿Quieres que vayamos a arrancarla?»
Pero él les respondió:
«No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».
Santa Natalia (del Latín Natalis – Nacimiento) (Córdoba,*825 – † (id.) 27 de julio de 852) fue una cristiana española, martirizada durante el califato de Abderramán II y canonizada por la Iglesia Católica, junto con su esposo San Aurelio. (También se celebra hoy San Aurelio y San Feliz).
Su hagiografía indica que Natalia fue hija de padres mahometanos. Siendo muy niña, muere su padre y su madre se casa en segundas nupcias con un cristiano, quien educa a la pequeña bajo la cristiandad. Llegando a la adultez, contrae matrimonio clandestinamente con San Aurelio.
Alrededor del año 850, el califa Adberramán II inició una persecución contra los cristianos desatada principalmente por las declaraciones de un presbítero de nombre Perfecto. Durante esa época Natalia ve el martirio de un cristiano llamado Juan.
Toma entonces la decisión, junto con su esposo, de profesar su cristianismo públicamente. Son encarcelados y torturados, siendo finalmente decapitados el 27 de julio de 852.
Sobre el destino de sus cuerpos se conocen dos teorías. La primera indica que fueron sepultados en la Iglesia de San Fausto, hoy llamada Iglesia de San Pedro en Córdoba, aunque hay referencias de que dicha iglesia fue construida por el rey Fernando III de Castilla en el año 1236, tras la conquista de esa ciudad.
Otra teoría indica que, como sus cuerpos no estaban seguros en Córdoba, el rey Carlos II de Francia, conocido como Carlos el Calvo traslada el cuerpo de San Aurelio y la cabeza de Santa Natalia a la localidad de San Germán, en París.