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Francisco Gil Solano
La Virgen de las Montañas es una de las imágenes más veneradas de toda la Sierra, si no la que más. Esto es debido a la cantidad de Milagros que Ella realiza. Siempre que tenemos algún problema subimos a la Ermita a pedirle y rezarle para que nos ayude. A continuación contaré una gran anécdota que tiene que ver con Ella.
Le encargan un trabajo para la Virgen a un taller de bordados de México. A la persona encargada del seguimiento de ese trabajo desde Villamartín, le llega un correo donde la encargada del taller le dice que la artesana a la que le había mandado a hacer el bordado se había ido a probar suerte en otro negocio a otro lugar del país.
La mujer cuenta en la carta literalmente: Ese día, la chica que había viajado, llama diciendo que se había regresado, que no le había ido bien, y que iba ir al taller, pero que se sentía muy enferma. Había soñado con la Virgen, y había pedido a la Virgen por el trabajo. Yo le había mostrado a ella la foto de la Virgen por internet. Dijo que había sentido como si un calor agradable la rodeara y que se le fue todo el malestar, se puso a ayudar, sacó las piezas muy lindas, con mucho cariño, y desde ahí se siente muy sana. Todo el tiempo decía mientras trabajaba que la Virgen la había obligado a hacer ese trabajo, con ternura y asombro.
Esta mujer sufría por lo visto de vesícula y había decidido operarse. Cuando se fue no era para otro trabajo, si no para ir a una clínica. El doctor le dijo que no había remedio para ella. Pero la Virgen ha hecho esta obra.
Otra anécdota es el caso de la hermana del anterior Vicario de nuestra Parroquia, y actual Párroco de Bornos, D. Luis Piñero. La mujer ingresó en el hospital muy grave, llegando a estar incluso sedada parcialmente. Un día, estaba de visita una de las camareras de la Virgen de las Montañas, y tenía que marcharse porque había quedado con el equipo para vestir a la Virgen. El Padre Luis le pidió a la camarera que rezara a la Virgen por su hermana, que hiciese lo que tuviese que hacer con ella, pero que por favor no sufriera. Esa misma tarde, la hermana enferma empezaba a hablar como si nada. Ahora mismo se encuentra en buen estado.
La grandeza de la Virgen no tiene límites.
