Padre e hijos juntos, bajo el paso de Nuestra Señora de las Angustias de Villamartín
El pasado viernes Santo, día de la estación de penitencia de la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias de Villamartín, y en uno de los tramos más emblemáticos de su itinerario como es la calle Encrucijada, dos generaciones compartieron su devoción y esfuerzo bajo las trabajaderas del paso de la Virgen. Se trata de Antonio Calvillo Espinosa y sus hijos, Antonio y Chema Calvillo Villalba.

Dos generaciones que se unen en una vivencia única. Todos los que vivimos este carisma comprendemos la importancia de estos pequeños gestos que resumen todo lo que hacemos en torno a las cofradías. Pequeños detalles que pueden pasar desapercibidos, pero que sin duda alguna son los que engrandecen estas corporaciones y nos permiten vivir la Semana Santa con un sentido profundo.