Villamartín celebra la larga tradición de devoción a Santa Ana, su patrona desde el siglo XVI. La elección de Santa Ana como patrona se remonta a un período de crisis en la región
La ponencia de Juan José Gómez, realizada como parte de las festividades en honor a Santa Ana, patrona de Villamartín, tuvo lugar el pasado viernes 26 de julio de 2024 en el Templo Parroquial. El acto fue patrocinado por la Fundación Provincial de Cultura de la Diputación de Cádiz, con el apoyo del Área de Cultura del Ayuntamiento de Villamartín y la colaboración de la Parroquia de Santa María de las Virtudes de Villamartín.
Al acto asistieron la Teniente de Alcalde y delegada de Turismo y Cultura, María Martín Olmo, así como el Párroco de Santa María de las Virtudes y anfitrión del acto, Don Jorge Raúl Cadavid Florez, quienes intervinieron en la clausura de la ponencia.
La conferencia de Juan José Gómez Vidal, se centró en el patronazgo de Santa Ana, y el contexto histórico del siglo XVI en la región. Durante este período, Villamartín enfrentó graves crisis demográficas, subsistencias y sanitarias, caracterizadas por altas tasas de mortalidad debido a hambrunas, enfermedades y plagas, como la plaga de langostas y epidemias de peste.
Políticamente, en la época, Villamartín era una villa de realengo con una élite que controlaba la vida cotidiana, caracterizada por la corrupción y la perpetuación de cargos. Socialmente, la mayoría de la población estaba compuesta por pecheros, clérigos y artesanos, con una minoría de esclavos y moriscos.
Las crisis devocionales y de subsistencia llevaron al desarrollo de movimientos devocionales, impulsados por el Estado y el Concilio de Trento, que fortalecieron la identidad colectiva a través de la religiosidad. San Sebastián, San Gregorio y Santa Ana fueron las principales advocaciones protectoras, asociadas a momentos de crisis.
Santa Ana, específicamente, se convirtió en patrona y protectora durante una serie de eventos epidémicos. Su devoción se refleja en la imagen escultórica de Santa Ana con la Virgen Niña, ubicada inicialmente en el Hospital de la Pura y Limpia Concepción y luego trasladada a la iglesia de Santa María de las Virtudes en 1653. La imagen fue encargada y ornamentada en la segunda mitad del siglo XVI, reflejando el estilo flamenco de la época.