Se trata de una escultura barroca donada por el Duque de Arcos en el siglo XVIII y de tradición artística genovesa
La prestigiosa exposición reparte sus contenidos a través de tres iglesias abulenses cuales son la parroquia de San Juan, el convento de Santa María de Gracia y la capilla de Mosén Rubí y la basílica de Alba de Tormes. Las obras expuestas proceden de toda la península ya que la fama de Santa Teresa coincidió con la etapa de expansión del último renacimiento y, sobre todo, del periodo barroco. La misma labor expansiva de la Reforma del Carmelo llevada a cabo por la Santa de Ávila contribuyó a que fuese pronto conocida en todos los rincones del país e incluso en Italia.