«Esto no es un espectáculo, las hermandades no procesionan para componer un espectáculo ni una cabalgata, van a la Santa Iglesia Catedral para hacer estación de penitencia»
Fuete: Gente de Paz
Francisco Vélez, presidente del Consejo General de Hermandades de Sevilla, ha comparecido este lunes en los micrófonos de Canal Sur Radio para valorar el encuentro de presidentes de los Consejos y Agrupaciones de Hermandades las capitales andaluzas, que tuvo lugar en la ciudad malagueña de Antequera.
El presidente, que ha reconocido tener un buen estado de ánimo, «porque además, no queda otra que tener buen estado de ánimo», ha sido cuestionado por el cambio de actitud experimentado en los últimos días en los que Vélez ha pasado de afirmar que la situación era muy complicada a poner de manifiesto su optimismo con respecto a la celebración de la próxima Semana Santa de Sevilla, subrayando que «a la vista de los datos la situación es muy complicada, lo cual no quita que seamos optimistas, que tengamos esperanza y creamos que se pueda hacer algo o se pueda hacer mucho pero desde el reconocimiento de la situación que tenemos».
Preguntado acerca de qué se puede hacer, Vélez ha revelado que esta última reunión, que se prolongó durante tres horas, ha sido «de las más fructíferas que han mantenido los nueve presidentes». El presidente ha explicado que «se pusieron encima de la mesa las preocupaciones de todos, los anhelos que tenemos de que esta situación se pueda revertir en la medida de lo posible para el año 2021 y de las posibilidades».
El presidente ha precisado que «en Sevilla hace ya tres semanas que estamos buscando posibles soluciones, reuniendo las condiciones de seguridad, de distanciamiento, adecuándonos a las normas de las autoridades sanitarias podamos tener las procesiones en la calle porque creo que ya no se puede esperar mucho más», recordando que «los fieles llevan mucho tiempo sin tener a sus imágenes en la calle».
Cuestionado acerca de cómo podrían ser esas procesiones, Vélez ha recordado que «queda mucho tiempo, nueve meses, más tiempo que el que ha pasado desde que se decretó de estado de alarma», por lo que ha evitado entrar en detalles y se ha remitido a la evolución de la pandemia. «No nos puede coger dormidos que haya posibilidades de hacer y no hayamos previsto qué se puede hacer», ha indicado. «Vamos a trabajar en buscar soluciones que se adecuen» a las circunstancias reconociendo que «es muy difícil».
No obstante sí ha dejado claro que sacar pasos a costaleros es muy difícil y que «habría que buscar soluciones provisionales por un año». Vélez, que no ha querido entrar en si una de las posibilidades es montar pasos en las iglesias, ha explicado que se están estudiando posibilidades adaptadas a la idiosincrasia de cada ciudad para que, si se da el caso de que se puedan aplicar, proponerlas a la autoridad competente.
Eso sí, el presidente ha subrayado que «cualquier estudio y propuesta que se haga será consensuada con los hermanos mayores» y ha recordado que «el problema es la aglomeración de público y tendrá que ser la administración la que determine qué se hace con ese movimiento de público». Por eso, reconociendo la complejidad ha vuelto a redundar en que tanto él como su junta mantienen el optimismo y la ilusión porque «no me quiero conformar a casi nueve meses antes de la Semana Santa a decir no se puede hacer nada». Respecto a la carrera oficial el presidente ha reiterado la idea predominante en su discurso de que aún hay que esperar para determinar cómo podría ser, «si con más, si con menos» o incluso dónde, pero enfatizando «que no ir la Catedral es inviable».
Finalmente el presidente ha recordado que cualquier modificación de lo que es actualmente la Semana Santa deberá obtener el beneplácito de las autoridades eclesiásticas y ha querido dejar muy claro que «esto no es un espectáculo, las hermandades no procesionan para componer un espectáculo ni una cabalgata, van a la Santa Iglesia Catedral para hacer estación de penitencia con un sentido absolutamente cristiano. Eso es lo fundamental. Cualquier otra cosa es accesorio. Si hay que no salir, es preferible no salir que salir en una cabalgata. Eso lo tenemos meridianamente claro y el arzobispo puede tener la absoluta certeza. Nadie se prestaría a otra cosa distinta. Tampoco podemos estar diciendo cofradías, cofradías, cofradías, porque si pasase algo nadie querría ser responsable de un rebrote. Si se puede, se hace y si no se puede, no se hace», ha concluido.