Jueves de la decimocuarta semana de Tiempo Ordinario
La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 32-38
En aquel tiempo, presentaron a Jesús un endemoniado mudo. Y después de echar al demonio, el mudo habló.
La gente decía admirada:
«Nunca se ha visto en Israel cosa igual».
En cambio, los fariseos decían:
«Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y toda dolencia.
Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».
San Nicolas Pieck
San Nicolas Pieck y Compañeros, Mártires. En 1572 los calvinistas ahorcaron en Gorkum , Suiza, a 19 sacerdotes y religiosos a causa de su fe católica. Once mártires eran frailes menores de la Observancia, entre ellos se contaban San Nicolás Pieck, guardián del convento de Gorkum y San Jerónimo Weerden, su vicario. Junto con ellos fueron ejecutados Juan Van Oosterwyk, canónigo regular de San Agustín, los sacerdotes diocesanos Leonardo Vechel, Nicolás Janssen y Godofredo Van Fuynen.
Luego que el destacamento calvinista conocido con el nombre de la «armada de los piratas» se apoderara de la ciudad de Gorkum, el grupo estuvo a merced de los soldados y sometidos a sus crueles tratos como consecuencia del odio a la de los calvinistas y a la negativa del grupo de revelar dónde habían ocultado sus implementos eucarísticos.
Pese a que les ofrecieron la libertad a cambio de que abjuraran de la Eucaristía y rechazaran la supremacía pontificia, los mártires no cedieron y fueron ejecutados en un granero aledaño a Gorkum.
Fueron canonizados en 1867