Jueves de la primera semana de Pascua
Evangelio según San Lucas 24,35-48.
Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes».
Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu,
pero Jesús les preguntó: «¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas?
Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo».
Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies.
Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: «¿Tienen aquí algo para comer?».
Ellos le presentaron un trozo de pescado asado;
él lo tomó y lo comió delante de todos.
Después les dijo: «Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos».
Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras,
y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día,
y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados.
Ustedes son testigos de todo esto.»
Santa Bernardita
Bernardita nació en Lourdes en 1844 y, por medio de ella, la Virgen hizo surgir la prodigiosa fuente del milagro. Pasó seis años en el Instituto de las Hermanas de la Caridad de Lourdes y después fue admitida como novicia. Tomó el nombre de Sor María Bernarda. Dentró del convento fue enfermera y depués sacristana hasta cuando la enfermedad de asma le obligó a permanecer en la cama durante nueve años entre la vida y la muerte.
Bernardita pudo contemplar con sus propios ojos a la Virgen Inmaculada. Murió el 16 de abril de 1879 y fue beatificada el 1935.
VillamartínCofrade.com Sentimiento Cofrade…










