50 días después del Domingo de Pascua: Pentecostés
Fuente: Arguments
El Espíritu Santo es la «Tercera Persona de la Santísima Trinidad«. Habiendo un sólo Dios, existen en Él tres Personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta verdad ha sido revelada por Jesús en su Evangelio. En Pentecostés celebramos la Venida de la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, es decir, del Espíritu Santo.
Jesús, después de su Ascensión al cielo, envió al Espíritu Santo a sus discípulos. Posteriormente los apóstoles salieron a las calles de Jerusalén y comenzaron a predicar el Evangelio, y «los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas«, (Hechos 2:41).
Pentecostés es una de las solemnidades más importantes de Iglesia católica. Benedicto XVI se refirió así el 27 de mayo del 2012:
“Esta solemnidad nos hace recordar y revivir la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y los demás discípulos, reunidos en oración con la Virgen María en el Cenáculo (cf. Hch 2, 1-11). Jesús, después de resucitar y subir al cielo, envía a la Iglesia su Espíritu para que cada cristiano pueda participar en su misma vida divina y se convierta en su testigo en el mundo. El Espíritu Santo, irrumpiendo en la historia, derrota su aridez, abre los corazones a la esperanza, estimula y favorece en nosotros la maduración interior en la relación con Dios y con el prójimo”.