Se han celebrado los días 23 y 24 en Roma y se trata de la primera convocatoria de estas características que organiza la Iglesia
Al mismo han asistido, además del Sindicato Obrero Católico, los sindicatos UGT y CCOO por parte de.nuestro país. El mismo no pudo ser clausurado por su Santidad, pero envió un mensaje que fue leído por el cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
En el mismo Francisco les ha animado a trabajar por un nuevo modelo de desarrollo integral y ha reclamado: “¡No os dejéis corromper!”.
El Papa ha recalcado que el trabajo, al ser un elemento esencial del desarrollo, “tiene preferencia sobre cualquier otro factor de producción, incluyendo al capital. De allí el imperativo ético de preservar las fuentes de trabajo, y no tratarlo como un producto cualquiera”.
El Papa ha advertido del peligro de “poner al hombre al servicio del trabajo, y no el trabajo al servicio del hombre, lo cual implica que debemos cuestionar las estructuras que dañan o explotan a personas, familias, sociedades o la creación”. “Cuando el modelo de desarrollo –ha continuado— se basa solamente en lo material y no en la persona, urge cambiar de rumbo. Y este nuevo rumbo necesita poner en el centro a la persona y al trabajo para ser sostenible, integrando la problemática laboral con la ambiental”.
El Obispo de Roma ha insistido en una idea recurrente en sus discursos, como es la de las tres “T”, Tierra Techo y Trabajo, que, para él, “muestran una respuesta válida a esta pregunta sobre el cambio de rumbo unificando lo laboral con lo ambiental”.
Además ha subrayado la importancia de los sindicatos en esta lucha, ya que, como les ha dicho, “los sindicatos aprendieron a desafiar esta mentalidad en su lucha por una jornada laboral digna en sus comienzos”.
También les ha pedido que para que el diálogo sobre el futuro modelo de desarrollo laboral, ambiental y humano (pues, como ha dicho, todo está conectado) ayuden a dar voz “a los menos escuchados, los que viven en la periferia, cuya opinión es la más necesaria de todas”. Mediante este diálogo, ha asegurado, “podremos encontrar el modo de salir de una economía de mercado, que no da al trabajo el valor que corresponde, y orientarla hacia aquella en la que la actividad humana sea el centro”.