Transcurría el año de 1953 y hacía años que un grupo de comerciantes de la localidad, capitaneados por José Cabrera Lobo, estaban viéndose y reuniéndose para reorganizar nuevamente la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias en nuestra localidad. Justo es decir que la mayoría de los promotores de la idea eran comerciantes, aunque no todos lógicamente, pero sí podríamos afirmar que se fundó al abrigo del gremio del comercio de Villamartín.
La primera idea de Cabrera y los suyos fue intentar recuperar la imagen primitiva que estuvo en las Angustias y que veneraban y custodiaban las Hermanas Concepcionistas con sede en el Puerto de Santa María. Todas las gestiones encaminadas a que volviera la imagen primitiva de Las Angustias a Villamartín fueron infructuosas. En el convento de las Concepcionistas de Villamartín, recibió culto la Virgen de las Angustias y se creó una Hermandad de penitencia que procesiona la imagen entre los últimos años del S. XIX hasta, aproximadamente, 1920, año en que la Orden, viendo la decadencia que sufre el convento de Villamartín decide su cierre, posterior venta y el traslado de las monjas a su convento de El Puerto de Santa María, hacia donde parten llevando consigo la imagen de la Virgen de Las Angustias que permanece en el convento de las portuenses hasta 1982, en que el por aquel entonces Obispo de Jerez, Rafael Bellido Caro, solicita su devolución a la Orden Concepcionista, que la habían retenido como deposito, y es trasladada a Jerez, a la cripta del Hospital de Santa Rosalía, hoy de San Juan Grande.
Según reza en el Libro de Actas de la actual Hermandad de las Angustias: «siendo las 16: oo horas del día 15 de Abril de 1951, y previa autorización del Sr. Cura Párroco, D. Manuel Jiménez Sutil, se reunieron en la Sacristía de la Parroquia, convocados por D. Antonio Gil Delgado; D. José Cabrera Lobos; D. Manuel Morales González; D. Manuel Rodríguez Garrido; D. Francisco López Holgado; y D. Sebastián Álvarez Garrido, como comisión organizadora, los siguientes señores: D. José Joaquín Riquelme Gutiérrez; D. Joaquín Holgado Acosta; D. Francisco Gil Delgado; D. Juan Gil Delgado; D. Eduardo Álvarez Palomino; D. Antonio Holgado Acosta; D. Juan Regordán Pérez; D. Sebastián Moreno Garrido; D. Luís Moreno Garrido; D. Juan Vidal Barea; D. José Alpresa Fernández; D. Manuel Pangusión Escandón; D. Juan López Márquez; D. José Bernal Cisuela; D. José Borrego Ramos y D. Antonio Morales Pastor, que deciden reorganizar la Cofradía de Ntra. Sra. de Las Angustias, que en otro tiempo fue orgullo y modelo de Hermandad en esta localidad y acuerdan, como primera providencia, nombrar una Junta provisional que gestione ante la Orden de las Hermanas Concepcionistas de El Puerto de Santa María por si fuese posible la adquisición de la imagen que obra en su poder y que fue venerada durante su residencia en Villamartín.
Ante la negativa de las Concepcionistas a ceder la imagen de la Virgen de Las Angustias, la Hermandad entra en contacto con el escultor Juán Bernabe de Britto a quien se le encarga un grupo escultórico de Ntra. Sra de Las Angustias que, según el acuerdo al que se llega con el Sr. Cura Párroco, ocupará el camerín que en el centro tiene el altar mayor. Al mismo tiempo se inician las obras de reconstrucción de la Capilla».
En 1952 concluye el artista y se acuerda abonar a Juan Bernabé de Britto la cantidad de 10.000 pesetas, pero decidió abonar 500 pesetas más por el desvelo de Britto en su ejecución, trayéndose más tarde la imagen desde Arcos hasta Villamartín en un hizocarro, y exponiéndola en el escaparate de la confitería de Luís Moreno (esquina de la plaza con calle Botica) hasta el día de su bendición el 1 de Marzo de 1953.