Informa F.G.R.
La Hermandad de la Borriquita de Villamartín pone a la venta un entrañable y bonito recuerdo del Año de la Fe
La Palma Rizada, esa que preside y alegra los Domingo de Ramos en Villamartín, se ha convertido en el símbolo de la Hermandad de la Borriquita, a modo de «Branding», que se dice ahora en nuestros tiempos.
Todo surge con la idea de una Hermana de la Cofradía, en este caso de alguien que a pesar de su corta edad, son muchos los años que lleva colaborando en el seno de la misma, y que como buena Cofrade, la mayoría de sus iniciativas van entornadas a su Hermandad.
De esta forma a Inma Vazquez se le ocurre que, para acabar el año jubilar que empieza y acaba el día del Titular de su Hermandad, había que conmemorarlo con algo que nos recordara el acontecimiento. Y de esta forma convence a la Hermandad para que encarguen una Palma Rizada en miniatura a modo de broche, para que sirva de recuerdo a tan gran acontecimiento que vive su Hermandad en este año de la Fe.
Así entra en contacto con la artesana de Villamartín Clara Jaren, y entre las dos diseñan el broche. Clara capta la idea perfectamente y se pone manos a la obra, fabricando los broches a mano y uno a uno. Don Francisco Varela, Vicario Parroquial los bendice y la Hermandad los pone a la venta por tan solo un euro, un hermoso recuerdo del Año de la Fe en Villamartín.
Se pueden adquirir en las distintas MIsas o bien en la Hermandad de la Borriquita.