Informa: Levantá Digital.
20 de abril de 2013, una fecha que desde ya forma parte de la historia de las hermandades y cofradías de Jerez. Una jornada que será recordada con el paso de los años por muchísimos momentos inéditos vividos en torno a la Santísima Virgen. Un día para no olvidar el referente mariano que Jerez ha erigido con motivo del Año de la Fe. En definitiva, un homenaje a la Virgen María.
Y es que, desde primera hora de la mañana nuestra ciudad vivió por y para la Virgen con las ocho ceremonias de besamanos programadas (Refugio de los Pecadores, Paz en Su Mayor Aflicción, Amargura, Mayor Dolor, Dolores, Soledad, Estrella y Traspaso) y las dos visitas a los pasos de palio (Encarnación y Patrocinio) que otorgaron la Indulgencia Plenaria para todos aquellos que hubieran completado este itinerario mariano, además de los distintos templos que abrieron sus puertas para contemplar los pasos que procesionarían horas después.
Ya por la tarde, catorce estampas encarnadas en María dieron sentido a un Vía Lucis que lo abrió el Simpecado de la Real Hermandad del Rocío de Jerez y el Cirio Pascual que, desde el Convento de Santo Domingo y la Santa Iglesia Catedral, procesionaron hasta el templete de la Alameda Vieja, contando en dicho cortejo con la presencia del obispo diocesano monseñor José Mazuelos Pérez, quién posteriormente presidiría dicho Vía Lucis.
El sabor a barrio de Concepción Coronada y Salud y Esperanza, el buen gusto de Loreto y Paz y Concordia, la historia de Jerez reflejada en Consolación y Buen Suceso, la monumentalidad del misterio de la Adoración y de la Presentación de Jesús en el Templo presidido por la Virgen del Dulce Nombre, el romanticismo y exquisitez de las Angustias, la juventud representada en el Rosario del Beaterio y en María Auxiliadora, el estilo de la Virgen de la Luz, el sueño de una dolorosa bajo palio en la Virgen de los Remedios, y la Virgen del Carmen Coronada, grande entre las grandes, dieron sentido a este Vía Lucis Mariano en el que no faltó casi de nada.
Cabe destacar el maravilloso enclave de la Alameda Vieja, lugar inmejorable para una futurible Carrera Oficial en Semana Santa pero con el handicap del viento que suele soplar en este punto de la ciudad, lo que provoca la continua sensación de frío incluso en estos días calurosos; la gran calidad de las formaciones musicales que acompañaron los catorce misterios; la seriedad de los cortejos, siendo en algunos casos muy nutridos; el impresionante nivel de la Coral Catedralicia dirigida por Ángel Hortas; y el formidable trabajo que los equipos de mayordomía de las hermandades realizaron para el montaje de los besamanos y para adaptar los pasos y las imágenes a los distintos encuentros marianos.
Como nota negativa, el elevado número de sillas que se quedaron vacías en el recorrido oficial, lo que viene a reflejar que nuestra ciudad no se vuelca con las hermandades con la misma fuerza que las cofradías lo hacen por Jerez, y los retrasos que se produjeron tanto en el itinerario de ida a la Alameda Vieja como en el de regreso por Tornería, donde las cofradías acumularon bastantes minutos de retraso sobre el horario previsto.
En definitiva, un bellísimo acto que con los años se le otorgará la importancia y categoría que se merece. Enhorabuena a todos los que lo han hecho posible.