Carta de monseñor José Mazuelos
El próximo domingo 25 de noviembre, coincidiendo con la solemnidad de nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo se celebrará la «Campaña de Personas sin Hogar.» Este año lleva por lema «SON DERECHOS, NO REGALOS. NADIE SIN HOGAR.»
Cáritas, con la colaboración de otras instituciones, continúa impulsando la campaña a favor de las personas que, por circunstancias diversas, han quedado en situación extrema de pobreza: sin hogar, sin trabajo, sin familia. Estas personas, conocidas ya como «los sin techo», pero que más propiamente deben ser conocidas como “personas sin hogar” ya que es sobre todo la ausencia no sólo de un refugio temporal sino de un núcleo de cobijo humano al que se sienta vinculado, y donde se encuentre acogido en toda la dignidad su ser humano, conciudadano nuestro.
Este fenómeno, que coincidiendo lamentablemente con la crisis económica actual que atravesamos, se va engrosando notablemente, día a día con el aumento constante de familias “desahuciadas” que se ven materialmente en la calle, al no poder hacer frente a las hipotecas contratadas con entidades bancarias. En efecto, es difícil tener un dato oficial de las personas sin hogar en España pero se calcula que hay más de treinta mil personas, muchas de ellas durmiendo en la calle, sin ningún techo en el que cobijarse. La cifra sigue subiendo porque según la Red Europea contra la pobreza once millones y medio de españoles están en riesgo de pobreza y exclusión social.
Ante esta realidad, esta jornada tiene como objetivo concienciar a todos ante el drama de estas personas que, severamente excluidas de nuestra sociedad, no tienen acceso a los bienes mínimos para vivir dignamente. Es para todos nosotros una llamada a la conversión y una oportunidad de testimoniar mediante las obras, el amor que recibimos de Jesucristo y la esperanza que tenemos en la llegada de su Reino, como pedimos cada día en la oración.
La llamada es apremiante, hago mías las palabras del apóstol San Pablo a los cristianos de Éfeso: «Hermanos: sed imitadores de Dios como hijos muy amados y vivid en la caridad» (Ef 5, 2). Dios está con nosotros, así comienza y finaliza el Evangelio. «Jesús estará con nosotros hasta el fin del mundo.» Y es esa compaña de Jesús la que nos posibilita participar de su Reino de amor y de servicio, abriendo nuestro corazón a los más necesitados.
Por último, aprovecho estas líneas para agradecer el esfuerzo de todos los que trabajan de modo diverso por hacer más llevadera la vida de las personas sin techo. De forma especial mi gratitud a cada uno de los sacerdotes, religiosos, religiosas, equipos parroquiales, técnicos y voluntarios de Cáritas, y entidades colaboradoras que hacen posible la asistencia generosa en los distintos comedores y albergues y trabajan de modo diverso por paliar de alguna forma el sufrimiento y desamparo en que viven estos hermanos nuestros.
+José Mazuelos Pérez
Obispo de Asidonia-Jerez