Opinión de Francisco Gil Solano
España está pasando actualmente tiempos muy duros. Tiempos en los que se llevan a cabo 500 desahucios diarios. Tiempos en los que el número de desempleados casi alcanza la escalofriante cifra de 5 millones. Tiempos en los que, en definitiva, hay muchas personas pasando verdaderos apuros para, por ejemplo, poder poner encima de la mesa un plato de comida para cada miembro de la familia, o comprar material escolar a sus hijos en el nuevo curso.
Todas estas cosas que se han mencionado son necesidades de primer grado, y sin embargo, son muchas las familias que no las tienen o les cuesta mucho conseguirlas.
Aquí entra en juego la caridad. Hay muchos comentarios en la calle, extravagantes comentarios sin sentido, que dicen que si la Iglesia vendiera todo el Tesoro del Vaticano se acabaría el hambre en el mundo. Bueno, yo digo que, ¿para qué vamos a vender el Tesoro del Vaticano? ¿qué vamos a ganar con eso? ¿acaso no hay miles de turistas diarios pagando una entrada para ver el Museo Vaticano?
Estas son las cifras de la cuwationada Iglesia Católica, tan solo en España:
· 5.141 Centros de enseñanza; 990.774 alumnos (ahorran al Estado 3 millones de euros por centro al año).
· 107 hospitales (ahorran al Estado 50 millones de euros por hospital al año).
· 1.004 centros; entre ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y de enfermos terminales de SIDA; un total de 51.312 camas (ahorran al Estado 4 millones de euros por centro al año).
· Gasto de Cáritas al año: 155 millones de euros (salidos del bolsillo de los cristianos españoles) .
· Gasto de Manos Unidas: 43 millones de euros (del mismo bolsillo).
· Gasto de las Obras Misionales Pontificias (Domund): 21 millones de euros (¿imaginan de dónde sale?).
· 365 Centros de reeducación para marginados sociales: ex-prostitutas, ex-presidiarios y ex-toxicómanos; 53.140 personas (ahorran al Estado, medio millón de euros por centro).
· 937 orfanatos; 10.835 niños abandonados (ahorran al Estado 100.000 euros por centro).
· El 80 % del gasto de conservación y mantenimiento del Patrimonio histórico-artístico (se ha calculado un ahorro aproximado al Estado de entre 32.000 y 36.000 millones de euros al año).
A todo esto tenemos que sumar que casi la totalidad de personas que trabajan o colaboran con Manos Unidas, Cáritas, etc… son voluntarios ‘sin sueldo’ (aunque a algunos les extrañe es cierto, hay personas que trabajan por los demás sin pedir a cambio un salario), realizando su labor para ayudar a los demás sin pedir nada a cambio. ¿En cuánto podríamos cuantificar su trabajo?
Yo, al ver estos datos, pienso que la Iglesia si que está verdaderamente comprometida con la crisis mundial con la puesta en marcha de esta gran campaña caritativa. Y estoy muy cansado de ver la gran persecución que la Iglesia sufre a diario a manos de la sociedad, esa sociedad que no hace nada por ayudar, y sobre todo por la infección comunicativa que nos invade.
A estas personas les recomiendo que se levanten de sus cómodos sillones y que dejen de criticar lo que hacen los demás, que hagan examen de conciencia y que se planteen si verdaderamente ellos hacen algo por ayudar a los que lo necesitan.