Informa: Ecclesia Digital
Mendigos de tantas cosas, Señor,
venimos a tus plantas para que, con tu mano siempre abierta y espléndida,
nos alcances aquello que por nosotros mismos nos es imposible:
Danos tu gracia para cada momento de nuestra vida.
son muchos los desaciertos y escollos que brotan junto a nosotros
Bendícenos con el don de la paz:
Necesitamos sosiego en nuestro caminar
calma en nuestras decisiones
tranquilidad en nuestro pensamiento.
Sí; Sagrado Corazón de Jesús,
Confórtanos, tal y cómo tantas veces te hemos sentido,
en la adversidad y en las penas,
en las caídas. tropiezos y en los fracasos
cuando, aquellos que tanto necesitábamos
nos dejaron clavados en la soledad o en el desamparo.
Ven, Corazón de Jesús, y conviérte en nuestro refugio.
Bien sabes que, la intemperie espiritual,
no es buena para la fe
Bien conoces que, las tormentas,
nos dejan hundidos en el fondo de mil mares
Bien sabes que, que las debilidades,
nos convierten en presa fácil de todo enemigo.
Derrama, por eso mismo, Corazón de Jesús
tu bendición sobre todas nuestras iniciativas
en todo aquello que, por tu nombre,
levantamos para gloria de tu Reino
o beneficio de todos los hombres.
Acógenos, tal y como somos,
pero ayúdanos a dar con el camino de la perfección,
con la senda de la caridad
con la vía que conduce hacia el cielo
por la escalera de la fe y de la confianza en Ti.
Sí; Sagrado Corazón de Jesús,
que no exista fisura alguna en nuestras lamas
que no halles pliegue alguno en nuestros corazones
para que reinando, Tú y sólo Tú, en nosotros
podamos bendecir tu nombre
y ser testigos de tu Evangelio aquí y ahora.
Y, cuando llegue el momento
de cerrar los ojos en esta patria que ahora habitamos
concédenos contemplar, cara a cara,
a Aquel que te hizo nacer en medio de nosotros
y al que queremos alabar, glorificar,
aclamar y reverenciar eternamente un día en el cielo.
Amén.